¿Quién toma las decisiones familiares?

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Hace algunos años, los hombres eran quienes comandaban la casa y la familia. Eso porque solamente él trabajaba fuera y tenía la obligación de mantener todo con el salario que recibía. Con el desarrollo de la sociedad, la mujer necesitó, y también deseó, ir al mercado de trabajo, para conquistar su espacio profesional y financiero. ¿Es posible que esto haya cambiado la manera de tomar decisiones dentro de la familia?

Para la psicóloga Roseleide da Silva Santos, hubo un cambio, pues ambos comienzan a decidir dentro de la casa. “Como ella también trabaja, puede contribuir en las decisiones de la familia y no solamente es el hombre quien tiene ese papel de jefe del hogar. Por eso, hoy en día los matrimonios están entrando en aprietos justamente por esta causa, pues la mujer no acepta más la posición de obediencia en la que el marido decide.”

Eso sucede porque las relaciones humanas – y conyugales – están siempre en constante cambio, debido a las transformaciones económicas, culturales y sociales. “Es por eso que hoy las decisiones tomadas no son solamente de hombres. Antes era solo de este tipo, hoy existen otras posibilidades de dinámica entre el matrimonio. Ellos se adaptan a la realidad que crean: si definen que será el hombre quien toma las decisiones, todo bien, si los dos, todo bien también. Todo depende de como es bueno para una relación saludable entre ellos”, explica Roseleide.

La psicóloga aclara que estamos viviendo un momento de transición, donde cada pareja crea su forma de organizar la casa. “Por eso, es importante resaltar que, si la mujer considera que depender del marido le da seguridad, eso no es saludable, pues es una dependencia. Pero si ella lo tiene como un amparo, contando como una ayuda, eso es lo adecuado. Un matrimonio tiene que ser “nosotros” y no “yo”.”

En conjunto, en pareja

Según Roseleide, vivir en un matrimonio es saber dividir las decisiones y responsabilidades. “Estar casado es no exigir tomar decisiones, es estar con el otro, a su lado. A veces, es pesado para el hombre determinar algo. Dividir eso con su pareja deja al matrimonio, y la situación en cuestión, más leve . Es complicado exigir del otro lo que nosotros mismos no seríamos capaces de hacer solos.”

Y esa división de responsabilidad en la toma de decisiones trae buenos ejemplos a los hijos. “Ellos aprenderán que la vida es compartida, que no somos autosuficientes, y que siempre podemos necesitar del auxilio del otro, en cualquier momento. En una relación donde hay intercambio, hay siempre ayuda”, finaliza Roseleide.

 

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