La infidelidad produjo muchas heridas en el matrimonio del Sr. Francisco y la Sra. Aimara de Canache, que hoy gracias a Dios cuenta una nueva historia. “Mi esposo no me valoraba, me maltrataba y prefería estar en la calle que en la casa. Era infiel y no respetaba la relación.
Esto produjo en mí mucha tristeza y recuerdo que las noches la pasaba llorando. Pero, yo no aceptaba que mi vida amorosa se destruyera y busque la ayuda que viene de Dios participando en la Terapia del Amor, coloqué en práctica aquello que iba aprendiendo y mi esposo fue transformado. Hoy tenemos un matrimonio bendecido, existe la comunicación, respeto, amor y todo aquello que anhelaba.