«A raíz de unos dolores muy fuertes que padecí, sin saber la causa, tuve que ir al médico para ser atendida por emergencia. Recuerdo que cuando llegué me atendieron y me colocaron un medicamento para el dolor. Y después de realizarme varios éxamenes me diagnosticaron cálculo en la vesícula y por está causa sufría de dolores constantes.
Comencé a participar en la Universal y a usar la fe, me ungía con el aceite y poco a poco noté la mejoría. Fui perseverante en cada reunión y dejé que Dios obrará en mí.
Cuando tuve cita médica nuevamente y me realizaron los éxamenes pude constantar que no tenía nada, la vésicula no arrojaba muestras de cálculo y gracias a Dios los dolores había desaparecido.
Los médicos me dijeron que estaba sana y que no tenía nada. Solamente confiando en Dios, activando la fe y colocando en práctica aquello que iba recibiendo en la reunión logré ser libre de todo mal, ya no tengo dolencias ni nada que me cause molestar.”
Marisol Parada