Tenía una vida marcada por el sufrimiento y los problemas. Mi madre visitaba lugares de brujería intentando buscar ayuda pero no lo lograba.
De la noche a la mañana me fue diagnosticado escoliosis en la columna en los discos 3 y 4, esto me causaba mucho dolor. Para agravar la situación los médicos me dijeron que no podría tener hijos y a pesar de cumplir fuertes tratamientos junto a mi pareja, no lo lograba.
En medio de la desesperación tomé la decisión de recurrir a los brujos pensando que a través de ellos lograría encontrar la respuesta, pero no fue así.
Mi mamá fue invitada a la Universal y ella me hizo la invitación a mí. Llegué a la Universal siendo mi última puerta, recuerdo que desde el primer día sentía un cambio.
Poco a poco perseverando y siendo constante en las reuniones mi vida fue marcada por el poder de Dios. Logré ser madre que era lo que más anhelaba, las dolencias desaparecieron, mi columna fue restablecida totalmente. Ahora gracias a Dios puedo decir que tengo vida plena.