“Sufría de gastritis crónica que me causaba fuertes dolencias. Recuerdo que en oportunidades no lograba domir a causa de las molestias, por más que ingería medicamentos no conseguía ser sanada.
Además sufría de dolores de cabeza constantes que sumado a la gastritis muchas veces me imposibilitaba de hacer algunas actividades. Iba a médicos especialistas y lo que recibía era solo tratamiento que me aliviaba pero la enfermedad persistía haciéndose resistente a los medicamentos y cada vez las crisis eran peores.
Viendo la programación de la Iglesia Universal, me llamó la atención un testimonio que estaban relatando, así que decidí ir para participar en favor de buscar la respuesta a mis problemas.
Poco a poco fui notando el cambio, hasta que los síntomas desaparecieron. Hoy gracias a Dios estoy completamente sanada y libre.