“El principio de la sabiduría es el temor del(a) Señor; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; su alabanza permanece para siempre” (Salmos 111.10)
Si ha cultivado el temor del Señor, ha comenzado a ser sabio. Y esta práctica de la fe lo guardará en la prudencia, viendo y preguntándose antes lo que más le agrada a Dios, sabiendo elegir y desear Su Justicia.
Rechaza el mal
“El temor del Señor es aborrecer el mal. El orgullo, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa, yo aborrezco” Proverbios 8.13
Los hijos de Dios no tienen placer en andar en compañía de orgullosos, ni con los de labios maliciosos. Prefieren andar en contramano al mundo, sus elecciones van a seguir la justicia y la paz.
Seguridad
“Pero el que me escucha vivirá seguro, y descansará, sin temor al mal” (Proverbios 1:33)
Lo mejor que hay es obedecer la Voz de Dios, pues, consecuentemente, toda la familia encontrará y vivirá la paz y seguridad, mientras que aquellos que Lo rechazan son destruidos por el mal.
Sra. Ester Becerra
