Tener una profesión universitaria no siempre es garantía de éxito. Lo más importante es tener la protección de Dios en todo lo que hacemos. La Sra. Delvalle Silva comprobó esto en su vida.
“Por mucho tiempo me desempeñé como administradora distrital en una institución, todo marchaba muy bien, y de un momento a otro todo cambió.
Llegó una nueva directiva y me quitaron mi sueldo y mis funciones; mi vida se fue al piso, en un abrir y cerrar de ojos.
Aún con una profesión y títulos de licenciada todos mis caminos estaban trancados, no encontraba salida a mi situación; estaba desesperada e incluso estaba padeciendo de insomnio, no tenía paz ni tranquilidad, la alegría desapareció de mi vida.
Fue terrible, después de tener dinero y todas las comodidades, pasé a no tener ni siquiera para cubrir los gastos básicos, ni para la gasolina del carro me alcanzaba el dinero, incluso para encerder el carro tenía que empujarlo.
Para aliviar el desespero, me fui involucrando en vicios. En medio de estos problemas una amiga me hizo la invitación a la Universal, la acepté y participé. Allí aprendí que tener un título o ser profesional no garantiza el éxito, solo teniendo la protección de Dios podemos ser completamente exitosos en todo lo que hacemos.
Hoy estoy feliz tengo paz y tranquilidad, mi vida económica es una verdadera bendición”.
