“Cuando comencé a participar en la reunión del Progreso Económico, estaba en una situación crítica, ya que no tenía ninguna posesión material.
Recuerdo que vendía empanadas para poder suplir las necesidades básicas y sacar adelante a mis hijos. Así como muchas personas yo luchaba por sobrevivir y no me alcanzaba para tener una mejor calidad de vida. Mi familia pasó bastante trabajo en ese sentido. Sin embargo, siempre fuimos luchadores y participando en cada reunión recibí las enseñanzas que tanto estaba necesitando para crecer y superar todas las barreras.
Hoy en día, mis hijos son profesionales y en vez de limitaciones tenemos más comodidades, ahora hay 5 carros en la casa y logré revertir la situación.
Gracias a Dios mi vida es diferente; de vivir en un rancho pasé a tener una casa grande y llena de comodidades. Hasta las personas que me conocen me preguntan: ¿Cómo tú lograste hacer todo esto? Y yo les respondo que es gracias a Dios. Es decir, valió la pena luchar y venir a esta reunión para capacitarme”, finaliza la Sra. María González.