La selección nacional tiene nueve días mudada al Páramo de La Culata. Ahí, entre la asfixia por el poco oxigeno que hay en las noches, donde la temperatura además bajan hasta los 13 grados centígrados, las cámaras hipobáricas, los ejercicios de fuerza y las bajadas a Mérida para trabajar con el balón; transcurren los días de una Vinotinto que tendrá esta noche el primer y último ensayo antes de las eliminatorias.
El combinado patrio recibirá en el Estadio Metropolitano a El Salvador, un modesto equipo que llegó al país en busca de prepararse para la Copa de Oro, a diputarse dentro d mes y medio en Estados Unidos, con mucho que ganar y muy poco que perder, a diferencia de Venezuela, que tiene un compromiso más moral que de resultados.
La concentración de la selección ha transcurrido con una rutina que no se ha alterado en lo más mínimo, ni siquiera por las idas y venidas de jugadores para estar con sus equipos, o por las llegadas esporádicas de los legionarios, que se van sumando en la medida que sus ligas van terminando.
Así, un día común de la Vinotinto en el Páramo de La Culata comienza temprano, cuando bajan a trabajar fútbol en Mérida, para luego recluirse en su bunker, donde además de hacer ejercicios físicos en los espacios abiertos del hotel, que está a 2.800 metros sobre el nivel del mar, hacen sus siestas de la tarde dentro de la cámara hipobárica, donde se le resta el oxigeno al jugador para forzarlo a las mismas condiciones que tendrá en La Paz.
Rutina alterada. No obstante, el amistoso de esta noche modificará esa rutina bien planificada, y obligará además al seleccionador nacional César Farías a tratar de despejar algunas incógnitas que lo ayudarán a armar el rompecabezas de la probable alineación contra Bolivia.
Fernando Aristeguieta se asoma como el principal candidato a ser el delantero titular del equipo esta noche, y por su buen momento actual, podría repetir en el altiplano.
Lo acompañarían, Josef Martínez o Richard Blanco. En la portería, la disputa entre Rafael Romo, Leo Morales y Renny Vega tiene al maracayero Vega con una leve ventaja por su experiencia con la selección, sin embargo, el buen desempeño de Romo hace cuatro años, también puede influir en la decisión final.
José Manuel Velázquez podría tener una oportunidad de ganarse un lugar si se destaca esta noche, en caso de que Oswaldo Vizcarrondo no pueda llegar a Bolivia, mientras que también luce un partido interesante para probar a Luis Manuel Seijas como lateral izquierdo.
Entre tantas preguntas que alteran el tranquilo ecosistema de la selección, el equipo luce tranquilo, animado, con ganas de regalarle a Mérida una victoria y de entregarse un balón de oxigeno en forma de confianza, si vencen esta noche a los centroamericanos.
(RECUADRO)
Con precaución
Los jugadores de la selección nacional que están en equipos del extranjero se ha ido incorporando poco a poco a la concentración en Mérida para completar el grupo de 29 convocados. El lunes arribaron al bunker de la Vinotinto en Mérida, Tomás Rincón, Mario Rondón y Fernando Aristeguieta. Antes de eso se habían incorporado Josef Martínez y Alexander González, mientras que para ayer eran esperados Juan Arango, quien retrasó su arribo para cumplir con compromisos personales, Rolf Feltscher, Gabriel Cichero, quien perdió una conexión en Frankfurt el lunes, y Miku Fedor. Rincón y Rondón podrían jugar esta noche.
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