No hay una fórmula única mágica para ser un esposo maravilloso. Cada mujer, cada matrimonio es diferente. Sin embargo, existen algunos problemas comunes que enfrentan muchas parejas casadas, y si usted es uno de ellos, siga estos concejos:
Le ayudarán a convertirse en un mejor esposo.
Sea romántico: El significado de «ser romántico» varía mucho de persona a persona, pero en esencia, el romance implica hacer algo para expresar afecto de una forma inesperada. Un verdadero acto romántico requiere creatividad y sinceridad, a menudo inspirada por el amor (ya sea por su presencia o por su posibilidad).
Reintroduce: el entusiasmo que caracterizó el inicio de su relación. Haga algo diferente, algo que su pareja no esperaría. ¡Cuanto más fuera de lo común, mejor!
Sea honesto: En una relación madura, la honestidad es la mejor política. A la verdad permitirá respirar a la relación. No importa lo que pase, nadie puede cuestionar el hecho de que seas veraz, pensando que la otra persona también le da el mismo respeto.
No dejes aparte a su esposa: Muchos creen que la única manera de obtener la atención cuando su pareja está tratando de ignorarle, es actuar más emocionalmente, e intentar ser más fuerte, hasta que finalmente se rinde y le presta atención, sobre todo cuando usted se encuentra molesto. Si siente que está siendo tratada fríamente por la persona que se supone que es importante para usted, deberías estar preocupado por la situación. Especialmente cuando ello ocurre sin usted dar una explicación de por qué esta alteración se ha producido.
Las personas no somos lectores de mentes: Su compañera es probable que no pueda adivinar que usted estás irritable, sólo porque no se le haya permitido hacer algo que a su juicio era muy trivial, pero que pensaba que era importante. Si sabe que su estado de ánimo podría dar lugar a una reacción desproporcionada, diga simplemente “me siento realmente irritado ahora. ¿Podríamos hablar de esto más tarde, después de que me haya calmado un poco?” (No se olvide de seguir adelante, y hablar de ello más tarde.)
Comunicarse: No hable detrás de ella. Sin embargo asegúrese de que, si usted tiene cualquier problema, que pueda afectar a tu estado de ánimo, ella deberá conocer las razones de sus problemas y estado de ánimo, de manera que no parezcas una persona voluble y caprichosa. No esté en las nubes cuando se encuentre hablando con ella.
Regálale algo como una sorpresa: Cualquiera puede comprar un regalo para un cumpleaños, un aniversario o Navidad. Escúchela cuando salen de compras, y si hay algo que le gusta, y está dentro de sus posibilidades, cómprelo y sorpréndele con ello, cuando ella menos se lo espere. Un libro que sabes que le gusta, o un CD de su grupo favorito, es un agradable gesto.
Sea su mayor defensor: Sea alguien con el que ella sabe que siempre puede contar. Alguien que estará ahí cuando ella haya tenido un día duro. Escúchala con ojos y oídos atentos. Y protégela siempre, tanto física como emocionalmente. Si has hecho algo que la ha herido, dile que lo sientes y demuestra afecto, incluso si fue sin querer. ¡Debes ser sincero! No hay nada peor que decir «lo siento», si se dice cuando no es cierto.
Su relación personal debe ser lo más importante para usted que los otros miembros de tu familia, tu trabajo, tus amigos etc. Ella es su socio en todas las cosas. Trátala como tal. Si le preocupa tener una cierta independencia respecto a ellos, entonces hable con su esposa y deje claras las cosas, acerca de qué decisiones podrán tomar sin consultar con el otro, y qué decisiones deben ser discutidas irremediablemente.
Haga su parte del trabajo: No deje que su pareja le pida hacer las tareas en la casa. Esto le hace sentirse como “una pesada” y va creando una relación niño/adulto, que nunca llega a ser buena. Ella es su pareja y no su madre. Demuéstrele que puede contar con usted para conseguir que las cosas funcionen.
No le muestres nunca desprecio: El desprecio es el veneno en una relación. Usted no tiene que actuar como ella le dijo que le agradaría, pero no asuma una actitud de superioridad, ni siquiera momentánea, o con suspiros de disgusto u ojos llorosos. Tales gestos, aunque aparentemente insignificantes, muestran una profunda falta de apoyo, respeto y confianza.
Mirar a los ojos cuando tiene algo importante que decirle, es demostrar respeto; no mirar, indica falta de respeto, y que no le importa ella o lo que ella tiene que decir. Esto destruirá cualquier intento de buena comunicación.
Mire cuál es su responsabilidad y asuma la responsabilidad de sus acciones: La principal diferencia entre un hombre y un niño, es que los hombres son responsables. Hombres de honor que cumplen con sus compromisos, aceptan sus obligaciones y son responsables, con daños y perjuicios en los que incurran, las deudas y los créditos que ellos realicen. Los verdaderos hombres acostumbran a limpiar lo que ensucian (figurativa y literalmente). Un hombre sabe que cualquiera puede ser padre de un bebé, pero sólo un hombre que entiende y acepta la responsabilidad, puede ser un buen padre. Los hombres rehúsan obligar a hacer a alguien algo que ellos mismos no están dispuestos a hacer. A veces los hombres hacen sacrificios para la gente que ama y por la que se preocupa. La diferencia entre un hombre y un niño, es que un hombre da la cara, mientras que un niño duda o se queja.