Imagine, usted está sentada en el carro delante con su marido con los niños cantando alegremente en el asiento trasero.
Usted planeó las vacaciones de verano y el camping hace muchos meses atrás, y está feliz por tener toda la familia unida.
Su marido tuvo suficiente tiempo para ver como se llegaba al camping, pero aun así imprimió direcciones solo para estar seguro que no se perderían.
Usted comienza a darse cuenta que el viaje está demorando un poco más de lo que debería y su marido se detiene para pedir direcciones. Usted comienza a preocuparse.
“Si el pidió 3 veces direcciones en la última hora es porque el no sabe donde está”, usted piensa.
Este es el ejemplo de muchas familias en las vacaciones de verano, y es el caso de muchas personas hoy en día.
Nosotros nos hemos dado cuenta que siempre que se acerca un movimiento de fe, existen personas que buscan explicaciones extensivas, y tienen dudas que necesitan ser aclaradas. Esto quiere decir una cosa: la
persona está intentando racionalizar algo que ha hecho por la fe.
Un ejemplo perfecto de esto fue cuando el Ángel mandó a Gedeón ir para la guerra y la única explicación fue – «¡Ve!» Solo eso. Él no pidió para que prepare un testamento en el caso de que muriese, él no marcó una reunión con la familia de Gedeón para saber si ellos estaban de acuerdo con lo que el iba a hacer. El ángel dijo VE y Gedeón fue.
No estamos de ninguna forma diciendo que la persona nunca tendrá una pregunta, pero respecto a la fe, la persona siempre sabe lo que tiene que hacer. Y ella nunca va por la fe de nadie a no ser la suya.
Por eso, si la persona oye la voz de Dios diciendo ve, ella es como un toro que nadie logra detener, y tampoco necesitará buscar opiniones de cómo actuar.
En una campaña de fe, o usted tiene fe para sacrificar o no la tiene. Y si usted tiene esta fe, entonces no existen miles de preguntas que tengan que ser respondidas, solo una certeza que todo cambiará a través de la rebelión y del sacrificio.
¡Ve!
Fuente: familiaunida.es