“Me deprimí con la muerte de mi hija, en mi corazón surgieron sentimientos como odio, rencor y resentimiento hacia la persona que le ocasionó la muerte, al punto de querer acabar con su vida y así vengarme por el gran dolor que le causó a toda mi familia.
Una gran tristeza me embargaba, estaba amargado, tenía mal carácter, peleaba y discutía por cualquier motivo, siempre vivía alterado, lo que hacia que en mi casa hubiera muchas peleas y discusiones.
Además sufría de sinusitis, gastaba en medicamentos que sólo la calmaban momentáneamente, era tan desesperante esa situación que cambiaba mi estado de ánimo y mi mal carácter empeoraba.
Mi vida económica estaba por el piso, no tenía estabilidad económica y de un momento a otro, perdí todos mis automóviles. Mi vida era un desastre en todos los sentidos.
Empecé a participar en la Universal por medio de una invitación que me hicieron. Al poco tiempo de estar participando, a mi madre le diagnosticaron que tenía células cancerígenas, después de esto comencé a participar con mucha más fe y perseverancia, así fue que obtuve buenos resultados, mi madre se realizó otros exámenes, los cuales salieron negativos, ella no tiene más esas células cancerígenas.
Hoy, gracias a Dios, estoy totalmente libre de todos esos males que me aquejaban, en mi corazón ahora no existe ningún rencor, odio ni depresión. Mi economía cada día va mejorando. Estoy feliz por la transformación en mi vida”, finaliza Henry Velázquez
