Las enfermedades hicieron que durante mucho tiempo la señora Luisa Armas, padeciera y recurriera al hospital en varias ocasiones, recibiendo tratamientos y viviendo bajo la dependencia de ellos.
“Me daban fuertes dolores de cabeza y de la tensión tenía que estas ingiriendo medicamentos para estabilizarme. En ocasiones pensaba que me iba a desmayar porque el cuerpo se me debilitaba y me sentía muy adolorida. En una consulta médica me diagnosticaron principio de cáncer y eso hizo que mi familia se desesperara. Por mi parte y sin aún conocer a Dios comencé a no aceptar la situación, pero las dolencias continuaban.
Cuando llegué a la Iglesia Universal comencé a realizar mis cadenas de oración para que Dios obrará en mi vida y mi familia. Poco a poco comencé a notar que fui libre de todas las enfermedades, ya no tengo sécuelas del cáncer que me habían diagnósticado, mi tensión es normal y me siento muy fortalecida, gracias a Dios y a la fe que coloqué en el Señor Jesús”.